La llegada de un nuevo año a menudo trae consigo una lista de promesas que nos hacemos a nosotros mismos para ser mejores personas. Desde dejar de fumar o comer muchos dulces, hasta leer más o acostarse temprano, ¿Cuánto tiempo realmente necesita nuestro organismo para crear o abandonar un hábito?
Existe una suposición bastante difundida de que todo lo que necesitas para establecer un nuevo modelo de comportamiento son 21 días. Esta creencia surgió todavía en la década de los 60, cuando se lanzó el libro «Psicocibernética» de Maxwell Maltz. En su obra de autoayuda, el cirujano plástico compartió que sus pacientes tardaban unas tres semanas en acostumbrarse a sus nuevos rostros, tras una operación.
Sin embargo, un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Londres mostró que, en promedio, son necesarios 66 días para que un hábito se establezca. Es decir, si en 2021 deseas ejercitarte a diario, lo más probable es que te lleve al menos dos meses acostumbrarte a ello, reseñó el portal ruso Sputnik.
Cabe destacar, sin embargo, que el tiempo que se necesita para formar un hábito no es algo exacto. La verdad es que puede variar significativamente de persona a persona. La investigación, que examinó el progreso de los nuevos hábitos de 96 personas durante un espacio de 12 semanas, reveló que puede tardar escasos 18 días hasta impresionantes 254 días, para automatizar un determinado comportamiento.
Pero, ¿cuánto tiempo tardamos en abandonar definitivamente un hábito no deseado? En realidad, esto depende de una combinación de personalidad, motivación, circunstancias y del propio hábito en cuestión, explica Science Alert. Sin embargo, se cree que cuanto más tiempo hayas tenido un hábito, más tardarás en deshacerte de él.
«Los hábitos de larga data están literalmente arraigados a nivel neuronal, por lo que son poderosos determinantes del comportamiento», explica el neurocientífico Elliot Berkman, citado por el portal.
En general, las personas que quieren dejar su hábito por «razones que están alineadas con sus valores personales» lograrán cambiar su comportamiento más rápidamente que aquellas que lo hacen por «razones externas», como la presión de seres queridos o de la sociedad.