Que Alejandro Fernández tenga una gran fanaticada en el país no es sorpresa, lo que si lo es, es que al parecer todos estaban en su concierto del pasado sábado, pues el mexicano disfrutó de la euforia del público que se gozó de principio a fin su espectáculo. Y es que sus fans más fieles protagonizaron la velada.
El Potrillo arrancó a cantar a las 10 de la noche, ante un público que ansioso pedía su salida al escenario, y no exageramos cuando decimos que la espera fue recompensada. Fernández eligió las baladas para iniciar la noche. “Estuve”, “Pude”, “Si tú supieras”, “No se olvida”, fueron los primeros temas que interpretó.
Ataviado con una chaqueta naranja, t-shirt negro y pantalones de cuero negro, eligió cubrir sus canas y seducir con besos y picardía a las fanáticas que suspiraban por él. “Buenas noches a mi linda isla que siempre llevo en mi corazón, muchas gracias por acompañarnos. Siempre he presumido que República Dominicana fue el primer país que me abrió las puertas internacionalmente, y le tengo un cariño impresionante y un espacio importante dentro de mi corazón. Muchísimas gracias. Tenemos muchas cosas que cantarnos y que contarnos”, dijo en su primera intervención de las tantas que tendría.
Las baladas siguieron cayendo una detrás de otra, resaltando Alejandro que tres especialmente eran de las más importantes de su carrera. Estas fueron “Inocente”, “Sé que te duele” y “Me dedique a poderte”.
“Que espectacular este lugar. De los mejores del mundo”, dijo para salir de tarima.
Hasta ese momento el público se mantenía tranquilo en sus asientos, pero cuando entraron al escenario los mariachis y sonaron los primeros acordes del ritmo mexicano la atmósfera cambio. La euforia embargó a los presentes cuando Alejandro apareció en escena vestido de mariachi y con bríos renovados. A partir de ahí la historia cambió y los presentes demostraron que este género cuenta con especial popularidad en el país.
“Mátalas” fue el tema que levanto a todos de sus asientos. “Qué bonito es esta fuera de tu país y que reciban tu música con tanta alegría”, confesó emocionado.
Sus mariachis funcionaron como maquina bien aceitada y le acompañaron en los temas “Loco”, “Si he sabido”, “Cascos ligeros”, “Nube viajera”, “Tantita pena”, “Caballero”, entre otros.
Ya para ese momento el reloj marcaban las 12 de la noche, pero el Portrillo no mostraba signos de cansancio. Sin embargo, se despidió y el coro “otra, otra”, lo retornó casi inmediatamente al escenario. Es ahí cuando anuncia que es el momento de interpretar las canciones de la persona a quien se lo debe todo, su padre Vicente Fernández. Con gran respeto interpretó los temas más icónicos de su padre, pero no lo hizo solo. El público cantó estas rancheras a todo pulmón, emocionando al artista que les retornó el halago decidiendo permanecer en tarima.
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“Me iba a ir, pero tengo que rendirle homenaje al gran José José”, y así lo hizo con los temas “Vuelve a mi” y “Vamos a darnos un tiempo”.
Con “Estrella” a las 12:30 de la madrugada se despide. “Nos vemos el siguiente año. Dios me los bendiga”.
El público de Punta Cana que siempre ha sido un tanto frio con los artistas se rindió a los pies de Alejandro Fernández, resultando una sorpresa la gran convocatoria y la euforia con la que respondieron a este concierto que forman parte de la gira “Rompiendo Fronteras”.
Fernández lucio fresco y de muy buen ánimo, mostrando su lado más galán y demostrando que es en las rancheras en donde se crece como artista.