La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) pidió este miércoles una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al convulso departamento del Cauca (suroeste) donde consideran ocurre un ‘genocidio’ en su contra, luego del asesinato de cinco miembros del pueblo nasa.
‘Estamos solicitándole a la CIDH realizar una visita extraordinaria con el fin de acompañar esta grave situación y de realizar una visita de verificación en terreno, como la visita de la relatora especial sobre pueblos indígenas de la ONU, Victoria Tauli-Corpuz’, afirmó el consejero mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias, en una rueda de prensa en Bogotá.
La masacre, en la que seis personas más resultaron heridas, fue perpetrada al parecer por disidentes de las FARC en la comunidad de Tacueyó y los fallecidos son la autoridad neehwe’sx Cristina Bautista, así como los guardias indígenas Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto, oriundos de varias aldeas del Cauca.
En ese sentido, Arias señaló que Tauli-Corpuz se reunió con Cristina Bautista este año en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.
‘Esa indígena que se reunió con ella en abril de este año murió en una masacre. Entonces creo que la relatora tiene no solamente una responsabilidad jurídica, sino ética y moral de venir a Colombia (…) Necesitamos a la relatora en Tacueyó, en el municipio de Toribío (Cauca)’, aseveró Arias.
Peticiones y críticas al Gobierno
Al considerar que ‘el desangre de los pueblos indígenas se configura en un genocidio’, la ONIC exigió a las autoridades adoptar ‘las medidas necesarias para superar la grave situación de emergencia humanitaria, social, económica y cultural que sufren los pueblos indígenas del Cauca’.
‘Requerimos el acompañamiento de una misión de verificación del genocidio físico y cultural de los pueblos indígenas en el territorio para presenciar directamente todas las afectaciones que se viven en él a causa del conflicto armado, el extractivismo y las políticas de desarrollo del Estado’, aseguró el consejero mayor de la ONIC.
La consejera de Derechos Humanos de la ONIC, Aída Quilcué, señaló que la masacre, ‘como las otras, fueron premeditadas’ y recordó que a principios de año realizaron una ‘minga’, como los indígenas llaman a su protesta, ‘justamente para evitar este tipo de situaciones’.
La representante indígena también alertó que la presencia de la fuerza pública en la zona los pone en riesgo y puso como ejemplo el asesinato del joven defensor activista Flower Jair Trompeta Pavi, ocurrido el pasado lunes en el municipio de Corinto y de la cual se acusa al Ejército.
Comparación con el genocidio de la UP
La senadora Aída Avella, presidenta del partido Unión Patriótica (UP), comparó los homicidios de los que han sido víctimas los indígenas con el genocidio de ese movimiento en las décadas de los 80 y 90.
‘Este genocidio es igual al genocidio de la Unión Patriótica. La UP ofrece una reunión con sus abogados que trabajaron en la CIDH para que se reúnan con los abogados de los indígenas y vamos a poner otra demanda por genocidio político contra los indígenas’, afirmó la congresista.
La UP se creó en 1985 como parte de un intento de acuerdo de paz del entonces presidente colombiano, Belisario Betancur, con la guerrilla de las FARC.
Sin embargo, en los años siguientes ese partido fue víctima de un genocidio en el que fueron asesinados más de 4.000 de sus militantes, incluidos los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990).
Duque llega al cauca
Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, llegó este miércoles al municipio de Santander de Quilichao para evaluar la situación de orden público en el Cauca tras la masacre de los indígenas.
‘Nosotros tenemos que garantizar que en esta región no tengamos grupos narcotraficantes ni intimidándolos (a los indígenas) ni tratando de someterlos a sus actividades delictivas’, aseveró el presidente.