El Ministerio Público Federal de Río de Janeiro presentó acusaciones formales ante la Justicia contra el expresidente paraguayo Horacio Cartes y otras 18 personas por lavado de dinero y otros delitos, confirmaron este viernes fuentes oficiales.
Los cargos fueron formulados ante el 7° Tribunal Penal Federal de Río de Janeiro, y se refieren a evasión de divisas y lavado de dinero, entre otros delitos supuestamente cometidos por una red que operaba entre Brasil, Paraguay y Uruguay.
Entre los acusados también figura Darío Messer, considerado el «mayor cambista de Brasil», amigo personal de Cartes y detenido en Sao Paulo en julio pasado en el marco de investigaciones realizadas por la operación anticorrupción Lava Jato.
Por este mismo asunto, el 7° Tribunal Penal Federal de Río de Janeiro llegó a dictar una orden de captura contra el expresidente Cartes en noviembre pasado, que fue luego anulada por un juez superior.
El recurso que anuló esa orden fue dictado por el magistrado Rogério Schietti, del Superior Tribunal de Justicia, quien consideró que no existían «razones que justifiquen» la prisión preventiva del político paraguayo, que gobernó su país entre 2013 y 2018.
Cartes es investigado en Brasil por la Lava Jato, una operación anticorrupción que ha destapado enormes redes de corrupción tanto en el país como a nivel trasnacional y en la que se le ha acusado de participar en una organización delictiva dedicada al lavado de dinero.
El juez de Río de Janeiro Marcelo Bretas, quien dictó el 19 de noviembre pasado la orden de captura y prisión preventiva contra Cartes, sostiene que, además de participar en la red corrupta, el expresidente paraguayo «ayudó» a Messer a huir de la Justicia y ocultar un vasto patrimonio obtenido de forma ilegal.
«La participación del expresidente de Paraguay está bastante clara, como mínimo como alguien que financió una organización delictiva en un determinado momento», señaló el fiscal José Augusto Vagos, uno de los responsables de la investigación.
Messer fue señalado como el presunto líder de una red dedicada principalmente al lavado de dinero y la evasión de divisas que movilizó en los últimos años unos 1.600 millones de dólares en 52 países y a través de unas 3.000 empresas «offshore», de acuerdo a la Fiscalía brasileña.
El Ministerio Público de Brasil también sospecha que esos recursos pudieron servir para financiar «crímenes como contrabando de cigarros, trafico de drogas y tráfico de armas». EFE