A dos días del comienzo de un ramadán que no tendrá actos públicos ni religiosos para evitar las aglomeraciones, el centro de El Cairo está abarrotado con cientos de personas que se afanan por hacerse con dátiles, dulces y especias.
La mayoría no lleva mascarilla ni toma medidas preventivas. Se preocupan por hacerse con los productos más típicos del mes del ayuno que dará comienzo probablemente este viernes (dependiendo de la luna) y en el que los musulmanes deben abstenerse de beber, comer, fumar y mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el atardecer.