En una decisión sin precedentes en la historia del país, el Gobierno de Japón anunció hoy que ha optado por declarar un alerta sanitaria por el COVID-19, lo que permite a las autoridades locales imponer una serie de restricciones que afectarán a la vida normal de millones de nipones.
Esta medida, que en Japón recibe el nombre de estado de emergencia, no ha sido aplicada anteriormente por el Gobierno nipón, y parte de los poderes especiales otorgados por la Dieta (Parlamento) el pasado 13 de marzo al primer ministro, Shinzo Abe.
La declaración formal se espera que sea hecha este martes, una vez pase por un grupo de expertos y un comité parlamentario, y, en principio, afectará a siete prefecturas del país, incluida Tokio, y se prolongará por un mes.