La institución se ahorra cada día un millón de pesos; sus recaudos se han elevado de RD$450 millones a RD$700 millones; sigue muy enfocada en luchar contra los ilícitos
Eduardo Sanz Lovatón favorece que se limite el poder discrecional que tiene el director general de Aduanas y los administradores de esa institución pública, porque eso no se corresponde con el Estado del siglo 21.
Sostuvo que el Estado de estos tiempos tiene que ser ágil y rápido, pero debe contar con sistemas de verificaciones más amplias. Desde su punto de vista, “cuando se manejan cantidades de dinero, como las que maneja la DGA, en la que cualquier sanción administrativa representa millones y millones de pesos para un solo proceso, es importante que el director no tenga tanto poder”. En la DGA hay procesos diversos de sanciones y multas para situaciones, por ejemplo, como la declaración de una mercancía por error o por dolo intencionalmente; casos estos por los cuales se le cobra a quien los comete el doble del impuesto, más la sanción que se coloca. “Esa sanción generalmente termina en el despacho del director de Aduanas o el de uno de los directores, con un poder inmenso para reducir hasta el 80 por ciento de ese ilícito”, expuso Sanz Lovatón, como preámbulo para sustentar su opinión sobre la necesidad de que la Ley General de Aduana sea adaptada a los tiempos modernos.
La que está en vigencia y uso data de 1953, un año en el que no existían ni las computadoras y los procesos de desaduanización se realizaban de forma manual y hasta cierto punto artesanalmente.
Sostuvo que para evitar que en el despacho del director de Aduanas se tengan que dilucidar situaciones de ilícitos y que éste tome decisiones en base a ese alto poder que le da la legislación (muchas veces afectando al Estado), la gestión que dirige ha creado el Comité de Evaluación de Crédito y Multa, para que sea éste quien recomiende cuáles son las medidas a tomar en situaciones como la descrita. “Eso ya es un avance que lo queremos incorporar a la ley, para que no sea la decisión de una sola persona, sino que sea una decisión mancomunada”, dijo.