El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este viernes contra todo pronóstico reforzar el toque de queda que ya estaba vigente en el país para hacer frente a la pandemia de coronavirus y ha descartado por el momento imponer el confinamiento.
Al contrario de lo que varios ministros y asesores venían afirmando recientemente, el mandatario galo ha rechazado las medidas de confinamiento, tal y como ha indicado en una rueda de prensa el primer ministro, Jean Castex.
«Ha elegido la confianza», ha aseverado Castex que ha matizado que, con «coherencia», el presidente ha decidido que el toque de queda, que rige desde las 18.00 a las 6.00 seguirá en vigor y se verá reforzado por otras medidas, como el cierre de los comercios no esenciales a partir de las 18.00 o la presencia de policías y gendarmes para controlar toques de queda y «fiestas clandestinas».
Asimismo, ha anunciado el cierre «casi total» de las fronteras con países no comunitarios «salvo motivos imperiosos», tal y como ha recalcado Castex, que ha matizado que también habrá nuevas restricciones en los territorios de ultramar y que se procederá a cerrar importantes centros comerciales.
Con esta decisión, Macron espera además contener el descontento de la población, que podría seguir los pasos de Países Bajos, donde las protestas contra las restricciones sanitarias han dado lugar a violentos disturbios, según informaciones del diario ‘Le Figaro’.