Lavarse las manos con frecuencia, uso de mascarilla y mantener la sana distancia física de un metro y medio son las principales medidas para evitar el coronavirus. Pero, además, cuidar nuestro sistema inmunitario es imperativo.
El sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos que trabajan en equipo para defender el organismo de los «invasores o infecciones»
Aunque hay factores que influyen en nuestras defensas y que no se puede controlar como la genética, la edad, el sexo, patologías crónicas, etc, sí que hay otros, relacionados con el estilo de vida, que podemos modular. Por eso es importante que durante el confinamiento no caigamos en hábitos poco saludables.
Del mismo modo es importante subir las defensas del cuerpo y qué mejor forma de hacerlo que con estos remedios caseros que incluyen una importante cantidad de propiedades como la vitamina C:
Miel con limón
El limón es un cítrico alto en vitamina C y la miel contiene propiedades antisépticas que ayudan a prevenir las infecciones, por lo que este remedio es excelente para calmar la tos y el ardor de garganta. Te recomendamos mezclar dos cucharadas de miel caliente con el jugo de un limón y tomar despacio.
Té de equinácea
La equinácea estimula el sistema inmunológico gracias al equinacósido que la compone, el cual tiene propiedades antibacterianas y antivirales, por lo que consumirla durante los primeros síntomas de la gripe disminuye el malestar y acorta su duración. Para su preparación solo es necesario hervir una taza de agua con una cucharada de hojas secas de equinácea.
Shot de jengibre
El jengibre tiene numerosas propiedades que resultan bastante beneficiosas para la salud, entre las cuales destacan por supuesto su carácter antibiótico y antinflamatorio. Para aprovechar al máximo estas cualidades, puedes licuar un pedazo de jengibre de 3 centímetros con el jugo de 2 limones y agregar un poco de miel.
Té de ajo
El ajo tiene un alto porcentaje de alicina, un antibiótico natural que fortalece las defensas del sistema inmunológico y funciona como analgésico, expectorante y antiséptico pulmonar. Puedes hervir dos dientes de ajo pelados en una taza de agua y agregar un poco de endulzante para aminorar su fuerte sabor.
Recuerda que si llegaras a presentar fiebre mayor a 38° C, dolor de cabeza, dolor de garganta y escurrimiento nasal, lo más recomendable es que acudas con tu médico para que te generen un mejor diagnóstico y así evitar cualquier complicación.