El medio ambiente es uno de los ejes temáticos más emblemáticos en una agenda de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). En casos de una pandemia, se creería que este pilar caería en un letargo, pero ese no fue el caso de Banco Popular Dominicano, en el que, además de otras temáticas, este ámbito se mantuvo activo en el tiempo de crisis.
Y no es para menos. Para esta entidad bancaria el abordaje del tema medioambiental es parte de su cultura corporativa y cubre diferentes aristas. Una de ellas es a nivel estructural. No en vano, esta entidad bancaria está considerado como la primera institución del país con la mayor capacidad de generación de energía solar, por sus instalaciones ecoeficientes que permiten reducir la huella ambiental, suplir la mayor parte del consumo de sucursales e inyectar energía sostenible al sistema nacional.
La entidad bancaria cuenta con más de 50 oficinas y 30 áreas de parqueos techados con 11,934 paneles solares. Estas estructuras fotovoltaicas están distribuidas en 22 provincias y equivale al 42% del total de sucursales, las cuales producen 5.1 millones de kilovatios por hora de energía limpia y equivalen a una capacidad instalada de 3.4 mW.