Lo que para el Gobierno dominicano representaba un reto o dificultad en medio de la crisis sanitaria creada por el coronavirus resultó ser una oportunidad para la República Popular China que día a día, una vez asumió las riendas del país Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), veía debilitada sus relaciones con el Estado.
China, a quien el nuevo jefe de Estado siquiera mencionó en su discurso de toma de posesión el 16 de agosto del 2020, contrario a lo que sí ocurrió con su rival comercial Estados Unidos, pasó a ocupar una destacada posición: fue mencionada varias veces en el primer discurso de rendición de cuentas del Presidente de la República, el embajador Zhang Run, acompañó a la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, a recibir las vacunas Sinovac y ha firmado acuerdos de colaboración con instituciones gubernamentales.