Luis Peña Valdez, el hombre que fue liberado tras más de 12 años de estar prisionero en la cárcel de La Victoria, tiene dos días sin que se sepa de su paradero.
Ni los amigos de infancia de su natal Batey Verde en Monte Plata, de donde es oriundo, ni los miembros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), donde se estuvo hospedando desde el pasado lunes cuando fue liberado, saben dónde se localiza.
“En el Batey hay una gran alegría porque hemos sabido que ya él está en libertad, pero nos mueve a que sé yo, porque este es el momento en que ya él está libre y no ha venido aquí, siquiera a saludarnos”, dijo este viernes Osvaldo Santana, quien es amigo de infancia de Luis.