El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se puso este lunes una tercera dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19, tres días después de que las autoridades sanitarias estadounidenses autorizaran la administración de esas inyecciones de refuerzo para colectivos vulnerables.
En un auditorio de la Casa Blanca y con los periodistas y las cámaras presentes, Biden se remangó una manga de la camisa para que una enfermera le administrara una dosis de refuerzo, como han recomendado las autoridades del país para los mayores de 65 años y otros colectivos vulnerables.
“Sé que no lo parece, pero tengo más de 65, muchos más, y por eso me pongo hoy mi dosis de refuerzo”, afirmó el presidente, de 78 años.