Hace tres semanas que Juan Díaz compró por internet un par de baterías de litio para un taladro de uso doméstico a US$42.99. Horas después de procesar el pago ese 24 de septiembre, el proveedor le respondió que ya no lo tenía en inventario y canceló la venta. Ayer, el mismo vendedor publicaba las baterías a US$52.15. Algo que Juan considera un reflejo del mercado actual.
En esta semana, funcionarios de la Casa Blanca advirtieron a los estadounidenses que es probable que deban enfrentar precios más altos y que algunas góndolas estarían vacías en la próxima temporada navideña.
Los US$9.16 que aumentaron las baterías que Juan quería comprar a un proveedor de ese país son un reflejo de la crisis de suministro y la inflación, provocada en parte por la pandemia del COVID-19.