Un mar de especulaciones se ha tejido sobre la lujosa embarcación Flying Fox desde que atracó en el Puerto Don Diego de Santo Domingo el pasado 21 de marzo, y aunque las autoridades dominicanas han manejado el tema con mucha discresión, la investigación que mantiene paralizado el lujoso yate en territorio dominicano está relacionada con los que se asume son propietarios de la nave.
Ante los ojos del mundo el Flying Fox pertenece al multimillonario ruso Dmitry Kamenshchik, pero también está vinculado a varias personas investigadas por los Estados Unidos debido a su supuesta participación directa en escandalosos actos de lavado de dinero y evasión fiscal a escala mundial, usando las famosas compañías “Offshore”.