Los casos de las desapariciones de Jesús Cuevas y Cruz Snaiderlin Dadus (Yeilin) tuvieron un cierre desafortunado, hace unos días, con el hallazgo de sus cadáveres. Todavía unas 25 familias, contactadas por Diario Libre, están bajo la espera y sufrimiento prolongados por la ausencia de sus parientes.
La respuesta que reciben de la División de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Dirección Central de Investigación (Dicrim), “estamos investigando” o “estamos trabajando”, no es suficiente. La falta de recursos y de personal no ayuda.