El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado este martes a Rusia por no investigar de manera adecuada el envenenamiento sufrido en agosto de 2020 por el dirigente opositor Alexei Navalni, que terminó siendo evacuado a Alemania en estado grave.
Navalni, que permanece detenido desde que regresó a Rusia precisamente tras ese envenenamiento, siempre ha acusado al Kremlin de una intoxicación que los expertos alemanes atribuyeron a un agente nervioso, si bien las autoridades rusas nunca han reconocido responsabilidad alguna en el caso.
Para el TEDH, la negativa de Rusia a examinar a fondo lo ocurrido –los primeros exámenes realizados a Navalni descartaron sustancias tóxicas que sí terminaron confirmándose en Alemania– o el rechazo a investigar un posible trasfondo –incluida «una posible implicación de agentes del Estado»– supuso una violación de la Convención Europea de Derechos Humanos.