[Foto: EFE] / Nicolás Maduro, presidente de Venezuela
El plan incluye el otorgamiento de licencias para la explotación petrolera y despliegues militares en localidades cercanas al área bajo pleito
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó un plan de acción sobre el territorio en disputa con Guyana, que incluye el otorgamiento de licencias para la explotación petrolera y despliegues militares en localidades cercanas al área bajo pleito, sin anunciar, de momento, una incursión en la zona en litigio.
”Guyana debe saber que arreglamos este problema por las buenas o lo arreglamos”, dijo el mandatario -aplaudido por ministros, militares, alcaldes y gobernadores-, tras anunciar nueve decisiones que marcan el nuevo rumbo de Caracas en el pleito con Georgetown por los casi 160.000 kilómetros cuadrados del Esequibo.
El acto, al que también asistieron diplomáticos y opositores, se produjo dos días después del referendo unilateral en el que los ciudadanos, animados por el Ejecutivo, aprobaron anexionarse el área en disputa, en la que Venezuela no ejerce control desde 1899.
Defensa y petróleo
El presidente ordenó la creación de una división militar para atender la zona en cuestión, sin anunciar ninguna incursión armada en el territorio, pues ordenó a la Fuerza Armada asentarse en una localidad próxima, pero no fronteriza, con el Esequibo, al menos de manera “provisional”.
Esto, adelantó, cambiará una vez que el Parlamento, controlado por el chavismo, apruebe la ley de anexión de este territorio, lo que podría ocurrir pronto, pues los diputados comenzarán a debatir el asunto mañana.
Maduro también pidió a los legisladores establecer una norma que prohíba la contratación de empresas “que operen o colaboren en las concesiones” dadas por Guyana en el mar que Venezuela considera “pendiente por delimitar”, y sugirió dar un lapso de tres meses a estas compañías para que abandonen sus trabajos, relacionados principalmente con hidrocarburos.
A la vez, pidió a la estatal petrolera Pdvsa que, “de inmediato”, empiece a “conceder licencias operativas para la exploración y explotación de petróleo, gas y minas” en la Guayana Esequiba, nombre que llevará el estado que prevén crear en la zona disputada.
Aunque la orden fue girada con efecto inmediato, el mandatario no estimó el tiempo que tardará en concretarse la primera concesión, lo que supondría, en caso de producirse, la primera acción de Venezuela dentro del área desde el siglo XIX.
Identidad y ambiente
Las resoluciones de Maduro también incluyeron la publicación de un nuevo mapa nacional, que será distribuido en todas las instituciones del Estado así como en centros educativos, en el que la llamada “zona en reclamación” deja de serlo, únicamente para Venezuela, y se convierte en el estado Guayana Esequiba, despojando a Guyana de dos tercios de su geografía.
Así, Venezuela, que con la anexión pretendida superaría el millón de kilómetros cuadrados, prevé empezar a entregar la nacionalidad a las 125.000 personas que habitan en el Esequibo, en su mayoría comunidades indígenas, quienes no fueron consultados sobre las decisiones de Caracas ni se les ha otorgado la oportunidad de decidir sobre su futuro.
Se trata -según el jefe del Estado- de “la activación inmediata de un plan de atención humana y social” para esta población que esperan someter a un censo, del que no se tienen detalles, y empezar a entregar cédulas de identidad venezolanas.
Asimismo, el país abrirá una oficina del Servicio de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) en la localidad minera de Tumeremo, territorio venezolano, “para dirigir todos estos esfuerzos de identidad”.
Maduro también propuso al Parlamento crear una ley para decretar “áreas de protección especial” y la conformación de “nuevos parques protegidos que sean un centro de turismo”.
Según dijo, este territorio -rico en minerales ha sido “descuartizado” por Guyana, por lo que “amerita un plan especial para su recuperación”, aunque no ofreció detalles al respecto.
La disputa
El líder chavista asumió la responsabilidad de las acciones anunciadas, entre las que se encuentra la creación de una “alta comisión por la defensa de la Guayana Esequiba” para escuchar a “todas las voces” del país, entre ellos universidades y sectores religiosos, para conocer sus puntos de vista sobre la disputa, que tampoco contempla tener en cuenta la postura de los esequibanos.
Tras designar a un general como autoridad única del territorio, sobre el que regirá desde afuera “provisionalmente”, reiteró que quiere la paz con Guyana.
La controversia por este territorio data del siglo XIX, pero desde 2018 ha cobrado vigor en vista de la admisión del caso por parte de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ha pedido a Venezuela no completar acciones que alteren la dinámica actual sobre el área, administrada por Guyana.
Sin embargo, Maduro rechaza la mediación de la CIJ en este asunto, un alegato que también se vio reforzado con el referendo, en el que los venezolanos acordaron no reconocer la jurisdicción del tribunal internacional que, de cualquier modo, emitirá una decisión vinculante para las dos naciones en los meses por venir.