Su opción y labor vocacional por los jóvenes y la familia, su cordialidad y amabilidad son los rasgos que destacaron el paso por el Palacio Nacional de Rosa Gómez de Mejía, esposa del expresidente Hipólito Mejía (2000-2004), y quien falleciera repentinamente la noche de este lunes a los 82 años de edad.
Y es que luego de catorce años sin una figura femenina en la casa de Gobierno, en las dos (y medio) últimas gestiones gubernamentales de Joaquín Balaguer (1986-1996) y en la primera de Leonel Fernández (1996-2000), la llegada de doña Rosa significó una renovación no solo protocolar, sino también en los proyectos sociales de la que sería impulsadora desde un nuevo espacio, el Despacho de la Primera Dama.
Contrario a sus antecesoras, René Klang de Guzmán y Asela Mera de Blanco, quienes estuvieron al frente del Consejo Nacional para la Niñez (Conani) -fundado durante el gobierno de Antonio Guzmán en 1978- Rosa Gómez de Mejía le correspondió dar forma al Despacho de la Primera Dama, creado el 10 de septiembre del año 2000, mediante el decreto 741-2000.