La madre de la joven Natasha Sing Germán, muerta a tiros por presuntos sicarios en 2014, los que también son acusados de ultimar de la misma forma a Suleyka Flores, proclamó que no se cansará de dar seguimiento al proceso que desde hace más de cinco años se lleva contra los 11 implicados en ese hecho, luego que nuevamente fuera suspendido el juicio de fondo que conoce el Segundo Tribunal Colegiado de la provincia Santo Domingo por la recusación de los jueces que lo llevan.
“Si pretenden cansarme, no me van a cansar, porque hasta el final llegaré. Si duramos los treinta años, los treinta años los vamos a durar”, dijo Josefina Germán, madre de Natasha Sing al lamentar que recurrentemente incidentes minúsculos causan la posposición, suspensión y hasta nulidad del proceso, como ocurre desde el 2014.
“Mi hija tiene cinco años y seis meses de muerta y murió ayer; yo la lloro a diario y está en cada muchacha que yo veo a las cinco de la tarde salir; en una tienda, cuando mira un zapato, en sus hijos y en su hermana. Mi hija no ha muerto, ni va a morir”, agregó la señora al considerar inexplicable que se haya tardado tanto para dictar una sentencia condenatoria en el caso.
Con evidente conmoción relató que está resignada a que se aplique justicia en el tiempo que Dios determine, pero considera que a lo largo del proceso ha perdido parte de su vida y la tristeza ha embargado a su familia, principalmente, a los hijos de la fenecida que quedaron en la orfandad.
Un incidente por el orden en que se presentarían los medios de prueba en la audiencia del juicio de fondo que se realizaba este viernes a los acusados de las muertes de Sing y Suleyka Flores provocó que la defensa de Sanhy Dotel Ramírez recusara a la presidenta del Segundo Tribunal Colegiado de la provincia Santo Domingo, Josefina Ubiera Guerrero y sus miembros, Nelson Romero y Kelvis José Enríquez, apoderados del juicio de fondo, la que fue rechazada por estos.
La recusación de los magistrados se produjo cuando los magistrados decidieron continuar conociendo la audiencia sin que el Ministerio Público estableciera el orden en que se presentarían los medios de prueba, como había requerido la defensa técnica de la imputada Sanhy Dotel Ramírez. Al motivar la objeción el abogado de Dotel Ramírez, Roberto Rosario Guerrero, dijo que con esa decisión los jueces demostraban estar actuando en forma arbitraria y no ser independientes.
En tanto que los jueces al rechazar su recusación, que deberá ser conocida por la Cámara Penal de ese distrito judicial, señalaron que pedirán a ese tribunal también que conozca una acusación por “litigación temeraria” contra el abogado Rosario Guerrero.
Los acusados
Los imputados en los asesinatos son Sanhy Dotel Ramírez (Sandra), Dionary Elizabeth Trinidad Ramírez, Amauris Soriano García (Nevado), Luis Abel Mariano Pérez (Luisito), Francis Alexander Fermín González, Jesús Manuel Mendoza Benítez (El Patrón), Johnny Sencion Gómez, Juan José Dotel Ramírez (oficial de la Armada de República Dominicana y hermano de Sanhy Dotel Ramírez), Catherine Berioska Medina, Abraham Tavárez Dotel y Fraisy Novas Ramírez (estos dos últimos, también, sobrinos de la imputada Sanhy Dotel Ramírez).
Según el expediente, Sing Germán y Flores Guzmán, fueron asesinadas presuntamente por encargo de la imputada Dotel Ramírez en hechos por separados ocurridos el siete y 28 de abril del 2014 en el municipio Santo Domingo Este.
Conforme el documento acusatorio, Dotel Ramírez presuntamente contactó al imputado Fermín González, quien habría contratado los servicios como sicario de Mendoza Benítez (El Patrón), pagándole RD$800,000 a Amauris Soriano García (Nevado) y Luis Abel Mariano Pérez (Luisito), quienes son señalados como los autores materiales de los asesinatos.
Ambos hombres habrían matado a Natasha Sing al confundirla con Suleyka Flores debido a que esta se trasladaba en un vehículo marca Daihatsu, modelo Sirion, gris, el mismo que tenía la otra víctima y también tenían en común residir en el residencial Vereda Tropical. Tras enterarse del error, los mismos autores intelectuales habrían ordenado la otra muerte.