La justicia española empieza este lunes a juzgar la muerte de Gabriel Cruz, un niño de ocho años presuntamente asesinado por su madrastra dominicana que podría recibir la máxima pena posible en España.
El proceso en la Audiencia Provincial de Almería (sureste) comenzó con la conformación del jurado popular y deberá seguir con la declaración de Ana Julia Quezada, quien ya confesó los hechos durante la investigación.
La defensa de la acusada, que llegó esposada y seria al tribunal en medio de un fuerte despliegue de seguridad, califica el suceso como un homicidio imprudente.
En cambio, la fiscalía y la acusación particular lo entienden como un asesinato con alevosía y reclaman para ella la máxima pena posible, prisión permanente revisable.
Esta condena, incluida en el código penal español en 2015, supone un mínimo de 25 años de encarcelamiento prolongables de forma ilimitada si el reo no muestra señales de haberse rehabilitado.