De Europa a Estados Unidos, los países se preparan para masivas campañas de vacunación tras el anuncio de una nueva vacuna con una efectividad de casi el 95% contra el covid-19, pero las restricciones continúan ante una pandemia galopante, como lo muestra Austria, reconfinada desde ayer martes.
En Estados Unidos, desde Nueva York en el este hasta Seattle en el oeste, estados y ciudades volvieron a imponer medidas en los últimos días para intentar frenar la segunda ola del coronavirus. El número de casos en el país, el más enlutado del mundo, supera los 11 millones, con más de 247,000 muertos.
El presidente electo, Joe Biden, advirtió que “podría morir más gente” si Donald Trump -que aún no reconoce su derrota en las elecciones en las que aspiró a un segundo mandato- se niega a cooperar con el equipo de transición sobre una respuesta nacional al covid-19, incluida la distribución rápida de vacunas. Las esperanzas mundiales de superar la pandemia de covid-19 aumentaron el lunes cuando el laboratorio estadounidense Moderna dijo que su vacuna experimental mostró una efectividad de casi el 95%. Una semana antes, la farmacéutica Pfizer, también estadounidense, y el alemán BioNTech afirmaron que su vacuna, también en fase experimental, tuvo una eficacia del 90%.
El jefe de Moderna, el francés Stéphane Bancel, dijo que ya se han fabricado “varios millones de dosis” de vacunas en Estados Unidos destinadas a los estadounidenses.
Compra de dosis
En cuanto a Europa, el 24 de agosto se anunciaron “conversaciones avanzadas” con la Comisión Europea para la compra de 80 millones de dosis, pero no se han firmado compromisos concretos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró las noticias “alentadoras” sobre las vacunas, pero advirtió que faltan meses para una disponibilidad generalizada y expresó su preocupación por el incremento de los casos en muchos países.