Sin mayores sorpresas, el presidente venezolano Nicolás Maduro recobró el control de la Asamblea Nacional, que perdió hace cinco años contra la oposición, mientras dio señales de buscar mantenerse en el poder pese a los llamados internacionales para que impulse una transición.
El resultado electoral permitió a Maduro fortalecer su poder interno, que ha sido fundamental en los últimos años para enfrentar la crisis y las presiones de la oposición y la comunidad internacional para unas nuevas elecciones presidenciales que hoy lucen remotas.
El panorama para los sectores adversos al gobierno se vislumbra incierto, pues no está claro si el oficialismo cumplirá las amenazas que lanzó durante la campaña de emprender juicios contra el líder opositor Juan Guaidó y sus colegas. Tampoco está claro si la oposición, golpeada por divisiones y pérdida de apoyo, podrá capitalizar el descontento que hay contra Maduro y que según algunos analistas se plasmó en parte en la alta abstención que se registró la víspera.
Los resultados de las elecciones legislativas del domingo dieron al Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV) y sus organizaciones aliadas 68,4% de los votos mientras que los partidos opositores disidentes lograron 21,67% , según el segundo boletín del Consejo Nacional Electoral.
De la lista nacional el PSUV obtuvo 48 escaños, los sectores opositores disidentes 9 y el Partido Comunista de Venezuela uno, precisaron las autoridades.