El combustible, el alquiler de la vivienda y el plato del día son los tres principales artículos de la canasta básica de bienes y servicios que absorben la mayor parte de los ingresos de los dominicanos.
El consumo de combustible es el que tiene el mayor peso, con una participación de 7.9%; seguido del alquiler de la vivienda, con 6.4% y el plato del día absorbe el 3.9%.
A estos bienes y servicios le siguen el pollo (servicio y fresco), con 3.4%; el pasaje en carro público, motoconchos y guaguas (3.2%); los automóviles (2.9%); los servicios de telefonía celular (2.8%); el servicio de energía eléctrica (2.6%).
También se contemplan entre los gastos que tienen mucha participación el arroz (1.9%); el combo de telefonía, la televisión pagada e internet (1.7%); el servicio doméstico (1.7%); el lavado y peinado del pelo (1.5%).
Además se incluye el consumo de antihipertensivos, con una participación de (1.4%); el servicio de víveres con acompañamiento (1.4%); la cerveza envasada (1.3%); la enseñanza universitaria (1.3%) y el corte de pelo para hombres (1.2%).
Con la mínima participación se sitúan el agua purificada (0.9%); las loterías (0.8%) y el plátano verde (0.8%).
Estos 20 artículos de la canasta básica de bienes y servicios representan el 49% del gasto de los hogares dominicanos, según un análisis elaborado el 25 de noviembre por la economista Nicole Peña de la Fundación Economía y Desarrollo en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central (BCRD).
Costo
La autora señala que a octubre de 2020 el costo promedio de la canasta nacional presentaba un valor de RD$36,584, casi tres veces el salario mínimo promedio mensual. Destaca también que los servicios de telefonía celular, televisión e internet absorben, conjunto, un 4.5%.
“El hecho de que el lavado y peinado de pelo (1.5%), antihipertensivos (1.4%), cerveza envasada (1.3%), corte de pelo para hombre (1.2%) y loterías (0.8%) se encuentren entre los principales bienes y servicios consumidos por los dominicanos, provee informaciones interesantes sobre los patrones de las preferencias dominicanas de consumo”, observa Peña.
