Pearl Lightbourne sufre un sinvivir porque no consigue localizar a su hijo Cleavon desde que el pasado domingo Dorian impactó con vientos de 295 kilómetros por hora en las islas Ábaco, donde él había conseguido un trabajo.
Aunque hay gente que le ha dicho que le vieron con vida después de que Dorian se arrasara con todo como en el más poderoso huracán en tocar tierra en Bahamas, Pearl sigue sin noticias de su hijo de 41 años y no puede dejar de pensar que la última vez que le oyó fue a través de un terrible mensaje de voz.
En el audio, Clevon, con la voz cansada, le decía que estaba en el ático de un edificio en la destrozada localidad Marsh Harbour y que estaba rodeado de muertos y no sabía cuánto más iba a aguantar aquella situación.
Le aterra el pensar que su hijo se pudiera rendir a pesar de ser un “luchador” o que le pasara factura su “asma severo”.