El merengue brilló y fue protagonista. En un momento en que los ritmos urbanos y los shows de artistas internacionales copan la oferta de entretenimiento, Gabriel con su espectáculo “Morisoñando Vol.1 Tour” demostró que el ritmo que corre por las venas de los dominicanos merece ser resaltado.
Un show a casa llena la noche del pasado sábado 19 en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, en el escenario se pudo ver un despliegue de luces y una escenografía espectacular bajo la producción de René Brea. Con su cuerpo de bailarinas y 14 pesos pesados del merengue como invitados fueron el hilo conductor de dos horas de un concierto muy disfrutado y bailado.
Con “A tan solo una hora”, uno de los éxitos de Gabriel, a las 9:48 de la noche sonaron los primeros acordes de una gran banda que permaneció excelente toda la noche, salvo los comunes baches de acústica de lugar y uno que otro micrófono bajito.
Y salió Gabriel vestido de blanco con chaqueta negra de brillantes y su acostumbrado sombrero, también de color blanco, elogiando el merengue. Echando mano a una de las canciones del álbum “Morisoñando Vol. 1”, el cual está compuesto por 14 temas en donde colaboró con los icónicos merengueros para darle un nuevo color a sus éxitos más emblemáticos.
Gabriel cantó “Confundido”, sin Fernando Villalona y luego “Pom Pom”.
“Para mí es un honor estar aquí está noche. ¡Qué viva el merengue!”, exclamó emocionado. Fue allí cuando salieron los primeros invitados, Los Hermanos Rosario, y el palacio literalmente se iba a caer a bajo. A ritmo de “La dueña del swing” el público empezó a bailar “de a duro”, mientras que Rafa, Tony y Luis dieron unos pasitos de baile que causaron gran algarabía.
A todo esto, el escenario, totalmente grande e imponente, cambiaba su diseño de luces y escenografía de acuerdo al invitado, siendo lo más parecido a un montaje de Premios Soberano.
Luego llegó Jossie Esteban para cantar con él “Un hombre busca una mujer”, el primer merengue en tono romántico de los invitados. Jossie también fue bien recibido. “Por ellos y por ustedes me quito el sombrero”, expresó un Gabriel que se mantuvo muy conversador durante toda la noche.
Más invitados
Gabriel, un músico formado en Berklee, mostró sus dotes en el piano al tocar un blues, después entonó “Que levanten la mano” del boricua Joseph Fonseca, también incluida en el disco. Él añadió a la lista de canciones del conciertos temas propios e interpretó “Solo te veo”.
Y salió Mark B, el primer urbano invitado al ritmo de “Playa y arena”, cuyo tema fue muy disfrutado.
Es importante destacar de Gabriel su buen contacto con el público, ánimo y energía, que evidencian su evolución musical.
Allí por primera vez agarró y levantó la bandera dominicana, algo que volvió a hacer al final del concierto. El músico también mostró dotes de galantería pues mientras interpretó el merengue romántico “Tú y yo” subió a una joven para cantarle e incluyó abrazos y baile. Ella se lo gozó.
Con la primera hora del concierto agotada subió más la temperatura, y es que en las pantallas se mostraron imágenes del estilo africano y al mismo tiempo los acordes de un tema altamente conocido por los dominicanos. Ahí llegó el maestro Wilfrido Vargas con el tema “El africano”, mientras el aforo se volvía uno. La gente, en especial las parejas jóvenes, dieron cátedra al bailar merengue a pesar de lo incómodo del área de gradas.
Gabriel despidió al maestro Wilfrido, quien elogió la carrera de Gabriel, mientras este volvió a mostrar que toca varios instrumentos. Eligió la guitarra eléctrica con otro músico sobre una pista de mambo.
“Hay una generación nueva que viene dándolo todo por el país. Le tengo mucha admiración al trabajo que está haciendo Manny Cruz”, así presentó a su colega, con quien cantó a dúo “Como te sueño yo” (grabada con Ilegales) y “Sabes enamorarme” dejando claro la pegada que tiene Cruz y que ambos se respetan. “Estoy muy orgulloso de ti, Gabriel”, le dijo Manny.
Los bailarines, que por cierto cambiaron de coreografía y vestuario para cada set, se pusieron en modo ochentero, al igual que la escenografía para dar paso al exitoso tema “Colegiala” de Alex Bueno. Su participación fue aplaudida. Luego salió el segundo y último urbano para acompañar a Gabriel en “Ta’ Pacheco”, una de sus primeras canciones desde que salió a escena en el 2014. La gente le hizo ovación a Mozart La Para, quien improvisó viendo a varias personas del público al azar y sacó carcajadas.
Gabriel, con un tercer vestuario y sombrero se auxilió de un joven saxofonista en el tema “Cómo no amarte”, grabado con Olga Tañón.
El siguiente momento de algarabía total lo dio otro veterano merenguero. Sin dudas, por algo se ha hecho famosa la frase de que Johnny Ventura le sale ‘miel por los poros’, y es que su energía y sus peculiares pasos de bailes no dejaron absolutamente a nadie sentado. El tema elegido fue “El tabaco” y el público gritó al unísono que “el tabaco es fuerte, pero hay que fumarlo”. Y le gritaron ‘otra’.
Proyecto Uno salió a escena con “Another night”, aunque la elección pudo ser “Tiburón”, un éxito del merenhouse de los 90.
“Luego de cantar “Pa’ nosotros dos”, otro de los temas en solitarios de Gabriel, apareció en el escenario el boricua Elvis Crespo a ritmo de “Píntame”. Tanto Gabriel como él encendieron la pista, pues aprovecharon para mover la cadera.
Otro momento de ‘apaga y vámonos’ lo dieron otros merengueros veteranos, Kinito Méndez y Pochy Familia con los temas “Sua Sua” y “La faldita”. Debieron cantar de paso “La flaca” porque la gente quería otro de los temas pícaros.
El concierto continuó y el escenario volvió a iluminarse y con el valor agregado de la tecnología presentaron un corte rápido de ‘algoritmos’, como cuando sube una PC y con la aparición de varios objetos noventeros como el Game Boy, esto indicaba que algo bueno venía y así fue.
Sonaron los acordes de “Es hora de bailar”, del dúo Sandy y Papo, y allí salió Sandy con su ánimo y flow urbano, siendo este uno de los mejores momentos del show. El tema dejó a todos encendidos a pesar de que según la lista de temas, al tenían acceso los periodistas este era el último invitado, pero igual disfrutado.
Gabriel hizo una primera despedida con la bandera dominicana en el hombro y presentó a la banda con todo y confeti a ritmo de “A tan solo una hora”, pero gran parte del público se quedó y pedía más.
Gabriel regresó con “La quiero a morir” y todos pensábamos que el “Negrito de Villa”, Sergio Vargas, iba a salir, pero no fue así. Igual la canción fue ovacionada. Increíblemente, el público quería más y fue en ese instante cuando se volvieron a prender las luces y Gabriel terminó, en una tercera despedida a la medianoche con “Ajena”, de Eddy Herrera, dejando más que claro que los asistentes estaban ávidos de disfrutar de una noche de nuestro ritmo autóctono, donde el merengue fue rey.