El vocero de la Asociación de Productores Agropecuarios Mamá Tingó, Silvio Molina, aseguró ayer que unas 613 familias fueron desalojadas de sus terrenos por un “contingente militar y por delincuentes”.
“¿A dónde vamos a parar con estas 613 familias fuera de sus terrenos? Con un contingente militar allá arriba tirando tiros como en el viejo oeste”, expresó Molina, quien también es pastor.
Asimismo, el religioso declaró que el objetivo principal de la peregrinación de los campesinos es que les devuelvan sus tierras, para que los campesinos puedan labrarlas.
“Queremos que saquen a los delincuentes de arriba con esas armas ilegales que tienen, y que nos dejen trabajar, nos dejen producir, porque de allí salían entre ocho y diez camiones de víveres y diferentes rubros agrícolas”, afirmó.
De igual forma, aseveró que ningún representante del Palacio Nacional se ha acercado al grupo desde el pasado sábado, aunque esperan respuesta para este jueves. En cuanto a los alimentos, reveló que todos son donados por organizaciones y por residentes de la zona, así como por transeúntes que se solidarizan con la causa de los peregrinos.
La facilidad de baños portátiles es irregular, y la mayoría cuenta con la solidaridad de moradores del lugar o dueños de negocios. Sin embargo, todos estos campesinos tienen cinco días durmiendo a la intemperie, con el duro suelo como almohada.