El Gobierno francés anunció este miércoles un plan en favor de los hospitales públicos que incluye la asunción de un tercio de su deuda y un abanico de primas e incentivos para el personal, que salió a la calle la semana pasada a protestar por sus condiciones laborales.
Al aumento ya previsto del gasto sanitario se añadirán 1.500 millones de euros destinados a los hospitales en los tres próximos años y la asunción de 10.000 millones de euros de deuda, explicó el primer ministro, Édouard Philippe, en una comparecencia junto a la titular de Sanidad, Agnès Buzyn.
Philippe afirmó que han escuchado las quejas de los miles de profesionales que salieron a la calle el pasado jueves 14 de noviembre. Hizo notar que en los dos pasados años su Ejecutivo ya puso 2.000 millones de euros suplementarios, a los que se van a añadir 400 millones este ejercicio, y justificó el problema en que han ‘heredado una situación que viene de lejos’.
Buzyn admitió que el personal de los hospitales debe tener ‘un reconocimiento social y material’ que esté ‘a la altura de su implicación’ y por eso se va a revalorizar la remuneración de aquellos oficios y especialidades médicas donde más difícil resulta contratar.
La ministra anunció varias primas, empezando por una de 800 euros anuales para 40.000 enfermeras y auxiliares que ganan menos de 1.950 euros netos mensuales y ejercen en París o en los departamentos limítrofes para compensar un costo de la vida más elevado que en el resto del país.
Habrá otra prima de unos 300 euros anuales al mérito de la que se podrían beneficiar a 600.000 personas.
Prometió igualmente una revisión del estatuto de los médicos en los hospitales para que sus carreras sean más atractivas para los jóvenes.
Para intentar desatascar los servicios de urgencias, uno de los mayores problemas de funcionamiento de los hospitales, se ha puesto en marcha una misión para que a partir del próximo verano un Servicio de Atención Médica permita contactar a distancia con un profesional médico.
Su cometido será practicar una teleconsulta del paciente, orientarlo a un facultativo sin cita previa o dirigirlo a un servicio de urgencias, en función de su estado.
El primer ministro garantizó que las tarifas por los actos de atención médica que sirven para calcular la dotación de los hospitales subirán al menos un 0,2 % al año, y que en paralelo los centros recibirán 150 millones de euros anuales en los tres próximos ejercicios para la inversión corriente.
En cuanto a la asunción de un tercio de los alrededor de 30.000 millones de euros de deuda que han acumulado los hospitales públicos, lo justificó porque en los últimos diez años se ha incrementado en un 40 % mientras la inversión se reducía a la mitad.
Philippe estimó que la disminución de la carga financiera de esa deuda supondrá un ahorro de cerca de 800 millones de euros anuales para los hospitales.