En el departamento de Huancavelica, en Perú, el alcalde del distrito de Tantará fue sorprendido por las autoridades de ese país cuando se encontraba en una reunión ingiriendo bebidas alcohólicas y violando la cuarentena decretada en todo el país por la situación del COVID-19.
Se trata de Jaime Rolando Urbina Torres, quien, al ver la presencia de la policía en el lugar en donde departía con unos amigos, se escondió en un ataúd sin tapa, para hacer creer que había fallecido a causa del nuevo coronavirus. Tenía puesto un tapabocas.
El hecho sucedió el 18 de mayo y, según el diario El Comercio, Urbina tenía un alto grado de alicoramiento y, evidentemente, estaba ebrio. Algunos de los asistentes a la reunión también se acostaron en otros ataúdes que había en el lugar mientras la policía hacía la respectiva inspección.