Aun con los fuertes ataques de la población contra la erogación de los Fondos de Asistencia Social (barrilito), estas partidas han continuado entregándose en este 2020 en el Senado de la República a 29 de 32 senadores. Tres legisladores renunciaron a este beneficio.
El “barrilito” ha tenido la oposición del presidente de la República, Luis Abinader, del presidente del Senado, Eduardo Estrella, y de gran parte de la población, y, aun así, ha sobrevivido en un año golpeado por la crisis económica que se deriva de la enfermedad COVID-19.
Los tres senadores que han renunciado públicamente a los fondos son el presidente de la Cámara Alta, Eduardo Estrella, el representante de la provincia Santo Domingo, Antonio Taveras Guzmán, y Faride Raful, del Distrito Nacional. Esta última lo hizo bajo fuertes presiones sociales.
El “barrilito” se estableció hace 14 años, en el 2006, durante la presidencia senatorial de Reinaldo Pared Pérez, como una salida para regular las subvenciones que recibían los senadores para sus organizaciones no gubernamentales (ONG). Las asignaciones contemplaban una partida de RD$400,000 mensuales, más un porcentaje en función de los votos recibidos por cada senador en sus demarcaciones.
Para este tiempo, los 29 senadores, en su mayoría del PRM, han recibido partidas que van desde los RD$609,000.00 hasta RD$1,059,000.00. Para el mes de septiembre de 2020 alrededor de RD$21,580,000 pesos fue el monto total que recibieron esos senadores que cobran el Fondo de Asistencia Social.
Anteproyecto para eliminarlo
Para eliminar el “barrilito” la senadora del Distrito Nacional, Faride Raful, anunció hace poco que sometería un proyecto de resolución que garantice de manera institucional la desaparición de esos fondos, los cuales considera constituyen “una distorsión del sistema”, sin embargo, la oposición mostrada por gran parte de los legisladores ha mantenido “natimuerta” la iniciativa.
Luis Abinader, opuesto
El primer mandatario Luis Abinader dijo que en los próximos meses apoyará a los legisladores en el proceso de reforma institucional del Congreso para reencauzar la asignación discrecional de fondos públicos, fortaleciendo, de este modo, las labores de representación, fiscalización, control y legislación conferidas por la Constitución “de modo que los llamados ´barrilitos´ sean eliminados de manera definitiva”.
“Estas iniciativas buscan blindar desde el punto de vista legal a las principales instituciones de la democracia dominicana, de manera que a partir de su aprobación podamos decir que el futuro de nuestra República jamás dependerá del capricho o de los intereses de un líder, o de un partido político concreto”, aseguró el mandatario.