Entre la voluntad de primero hacer un culto de acción de gracias a Dios, servicio religioso cristiano, y comenzar el “teteo”, fiesta en donde se consumirá bebidas alcohólicas, música y un cocido incluido, estaba el ambiente en casa de Jaqueline Feliz, madre de los dos jóvenes dominicanos víctimas de un secuestro en Haití y que ayer lunes retornaron a la República Dominicana.
Cantar el Himno de Victoria del artista cristiano Danny Berrios, forma parte del proceso de recuperación emocional de Maico Enrique Campusano Féliz, quien junto a su hermano Antonio Gerer, fueron secuestrados en Haití mientras regresaban del rodaje de una película de la productora de cine Muska Group. Trabajan como técnicos para la compañía.
Uno de los momentos de mayor angustia para los Campusano Féliz fue el momento en que las autoridades dominicanas dejaron entrever que entrarían al vecino país en una operación de rescate. Cosa que ellos definen como “lo peor”, puesto que los pandilleros estaban listos para enfrentarlos a “plomazos”.