SANTO DOMINGO.- República Dominicana negó categóricamente que vi0le derechos humanos en las deportaciones de haitianos que periódicamente realiza, como se denunció en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El embajador dominicano ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Josué Fiallo, también negó que haya habido maltratos a migrantes embarazadas.
Explicó que «cuando existen casos puntuales, los protocolos de la Dirección General de Migración (DGM) impiden las deportaciones de las embarazadas en labores de parto».
Aseguró que la deportación solo ocurre cuando es médicamente seguro para la madre y el bebé.
VE FRACASO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Indicó que «la situación del deterioro de la gobernanza y de violencia en Haití motiva a sus ciudadanos a buscar servicios básicos en otros países», pero dijo que esta incapacidad del Estado haitiano para suplir las necesidades de su ciudadanía es una corresponsabilidad de la comunidad internacional.
“Ese fracaso de la comunidad internacional en Haití ha dejado a la República Dominicana expuesta, por sí sola, a cubrir la ausencia de ciertos servicios públicos en el país vecino. En ese contexto, el Gobierno se ha visto obligado a reforzar medidas para dar cumplimiento a las leyes migratorias del país y, a la vez, controlar la demanda excesiva de servicios de salud en la red hospitalaria pública”, declaró.