El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado su ataque a la base militar de Yaroviv, en el oeste de Ucrania, donde habrían sido «eliminados», según el portavoz militar, general Igor Konashenkov, «180 mercenarios extranjeros y un gran envío de armas del exterior». Kiev niega que haya siquiera extranjeros entre las víctimas.
«En la mañana del 13 de marzo, armas de largo alcance de alta precisión atacaron los centros de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania en localidad de Starichi y en el campo de entrenamiento militar de Yaroviv», ha hecho saber en rueda de prensa recogida por la agencia TASS.
En respuesta, un portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Markiyan Lubkivski, ha asegurado a la CNN que esta información es «pura propaganda rusa». «No es cierto. Es pura propaganda rusa», ha aseverado, al tiempo que ha indicado que no hay extranjeros confirmados entre las víctimas mortales.
La base está situada en la región de Leópolis, en el oeste del país, y a solo 20 kilómetros de distancia de la frontera con Polonia. La ciudad de Leópolis — donde algunos países occidentales trasladaron sus embajadas en los días previos a la invasión rusa del 24 de febrero — no ha resultado alcanzada, aunque sí han sonado alarmas aéreas entre mensajes a la población para que busque refugio.