Un mes después de la invasión rusa de Ucrania, la economía mundial vive al ritmo del conflicto y de sus consecuencias, desde la subida de los precios de las materias primas hasta el riesgo de los efectos colaterales de las sanciones a Rusia.
Estas son algunas de las consecuencias de un terremoto geopolítico que se convirtió en terremoto económico.
El conflicto ha disparado los precios de las materias primas, empezando por el petróleo.
El barril de Brent del Mar del Norte valía 90 dólares en febrero y alcanzó los 139.13 el 7 de marzo, el nivel más alto desde la crisis financiera de 2008. Desde entonces se ha mantenido muy volátil.
La subida se nota en las gasolineras, obligando a muchos países a tomar medidas, como las rebajas fiscales en Suecia o la limitación de precios en Hungría.