Las escaleras eléctricas de las estaciones Pedro Mir y María Montez de la línea 2 del Metro de Santo Domingo tienen más de una semana fuera de servicio, lo que dificulta el desplazamiento de los usuarios, sobretodo, a personas envejecientes o con alguna discapacidad físico-motora.
La escalera de la Pedro Mir es una de las más empinadas y la gente la sube agotada. Algunos tienen que descansar a mitad o cuando llegan a su final. Ninguna autoridad informa lo que sucede, pero tampoco se observan técnicos trabajando.
La que se usa para bajar funciona perfectamente, pero en ocasiones también es cerrada para que los usuarios no la usen y se pasa el día dando vueltas y la gente bajando por las de concreto.