Los resultados de las elecciones primarias del 6 de octubre “no han sido legítimos” debido a las violaciones que se produjeron ese día, afirmó Participación Ciudadana en su segundo informe de observación electoral.
Destacó que “fue innegable la incapacidad” de la Junta Central Electoral (JCE) de poner fin oportunamente a las prácticas violatorias de las leyes, “como el proselitismo y la profusa campaña alrededor de los recintos de votación”.
“Estas violaciones, y sobre todo el uso de los recursos del Estado a favor del precandidato oficialista (Gonzalo Castillo), permiten a Participación Ciudadana declarar que los resultados de estas elecciones primarias no han sido legítimos”, sentenció.
El movimiento cívico planteó que la JCE debe establecer responsabilidades por las violaciones a las leyes y reglamentos en las primarias y que cree los mecanismos para que no se repitan, buscando acuerdos con los partidos y candidatos, para adecentar las prácticas y el discurso electoral.
“Eso incluye frenar el desmedido uso de los recursos del Estado a favor del candidato oficialista”, reiteró.
Reclamó una campaña de educación ciudadana referida al comercio de votos, dirigida tanto a la clase política como a la ciudadanía. Precisó que el órgano electoral debe buscar consenso en el sistema político para la utilización del voto automatizado, dadas las objeciones que surgieron tras su implementación en las elecciones primarias de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno.
“La compra de votos fue aceptada hasta por el propio presidente de la JCE, pero nada se hizo al respecto y ni siquiera se había entrenado a la Policía Electoral para actuar en claros casos de delitos flagrantes que ameritaban la detención inmediata de los que se dedican a esas actividades”, afirmó.
Añadió que la disposición de la JCE de prohibir la publicación de encuestas a partir del jueves anterior a las primarias, fue violada frente a todo el mundo, incluyendo las autoridades electorales, cuando se publicaron en las redes varias encuestas a boca de urna que, además implicaban un engaño a la población votante, pues sus resultados eran producto de la conveniencia de quien las pagaba.